Ser "nini" es una elección de los jóvenes
Para los invitados al debate,
diferenciar entre las personas que han elegido no estudiar ni trabajar y
los que se han visto obligados a ello es fundamental a la hora de
hablar de la generación "Nini".
U
n 26% de los jóvenes canarios ni estudia ni trabaja, es decir, forman
parte de la conocida como generación "Nini". Pero ¿todos esos jóvenes
están en esa situación porque quieren o porque la situación económica
los ha abocado a ello? Sobre esta cuestión y los motivos que han
generado esta "nueva" generación versó el debate de esta semana de EL
DÍA, que contó con la presencia de la socióloga y técnica del área de
Juventud, Educación e Igualdad del Cabildo de Tenerife, Sonia López; el
psicólogo especialista en Psicología Clínica, Jesús Castro; el
economista José Miguel González y como representante de los alumnos de
la Universidad de La Laguna, Jeremías Piñero, quienes quisieron dejar
claro como premisa que solo existe un grupo de jóvenes que ni estudian
ni trabajan porque no quieren y que son los únicos que deberían
asociarse con la llamada generación "Nini".
La especialista de la Corporación insular quiso dejar claro desde un primer momento que los considerados "ninis", "que no hacen nada productivo por sus vidas", son los menos dentro de un grupo de jóvenes en el que la gran mayoría de ellos, un 72%, "sí estudian, trabajan y hacen cosas productivas", por lo que no se pueden meter a todos en el mismo saco. "Es muy fácil decir los jóvenes en general, pero todos tenemos referencias de que están más activos, que se buscan la vida, pero que ahora es un poco más complicado".
Castro, en cambio, enfocó el problema en la unidad familiar y al respecto señaló que radica en que "son los padres los que lo permiten. Entonces, la pregunta es: ¿puede un padre permitirse que su hijo ni estudie ni trabaje? Pues la respuesta en la gran mayoría de los casos es sí porque cubren sobradamente las necesidades de sus hijos sin que estos hagan un esfuerzo. ¿Para qué van a trabajar si los mantienen?". Señaló que "el ser humano no funciona a razones, sino a sus necesidades y si las tiene cubiertas... Ahora las cosas puede que cambien por la crisis actual".
Por su parte, el economista José Miguel González apuntó que hay que estudiar las razones por las que los jóvenes se quedan en casa e indicó que existe un problema de base en Canarias en el que se ha promovido la "recompensa a corto plazo que brindaba el sector de la construcción o la hostelería (entrar en el mercado laboral sin formación en la mayoría de los casos)", en contra de la "recompensa aplazada (terminar ciclos de estudios para estar formados y poder acceder al mercado laboral con ciertas garantías)". En este sentido, dijo que se ha generado un "nini" forzado, el que a pesar de querer trabajar y formarse no puede en la actualidad por la situación generalizada de crisis.
Piñero expuso su clasificación particular en torno a los ninis: "Ahí están los ninis históricos, que son aquellos que se han dejado porque se lo podían permitir; luego los ninis forzosos, los que viven el drama de que ni estudian ni trabajan porque no pueden, tal y como están las cosas, y los ninis pasivos, que son aquellos que ni nos dejan estudiar ni trabajar, que son principalmente políticos con sus recortes y políticas erróneas".
A pesar de reconocer que los "ninis" siempre han existido, el psicólogo Jesús Castro dijo que no hay que confundirlos con los que son "forzados" e insistió en que el problema radica en los padres, quienes creían que era el joven el que tenía un problema y realmente no se daban cuenta de ello; son los culpables por cubrir "todas las necesidades de los jóvenes sin esfuerzo". También añadió que los que no tienen posibilidad de trabajar dado el contexto laboral actual deberían "salir fuera porque el mercado laboral no tiene fronteras".
La socióloga apuntó que la base podría encontrarse en cierta pérdida o transformación de valores con los que están creciendo los chicos, pues "ahora estamos creando al generación google: los del lo quiero todo ahora y ya. Creo que estamos reforzando a nuestros hijos y adolescentes en la vida google. Ahora, no creo que los ninis supongan el 26% de los jóvenes que no estudian ni trabajan, porque dentro de este colectivo los habrá con cuatro carreras, dos idiomas y que no consiguen trabajo".
Al respecto, González advirtió a Castro de que también el que quiere trabajar fuera tiene que tener recursos, y si la gente se va masivamente se podría ocasionar un "desequilibrio" importante a nivel social y económico. Añadió que en ningún caso se puede comparar al joven "nini" porque no le da la gana con el que simplemente no puede porque no tiene medios. "Los primeros ni son cuantitativamente ni cualitativamente importantes, porque al final terminarán claudicando de su postura. Quienes me preocupan son aquellos que no pueden ejercer su derecho a formarse, porque no tienen dinero ni acceder al mercado laboral porque no hay lugar".
Piñero se mantuvo en su línea del enfoque universitario en el sentido de que los alumnos cada vez tienen más dificultades para formarse con la nueva imposición de tasas y la reforma de estudios implantada, "que no facilita a nadie sacar sus estudios". Recordó que esto último ha provocado un descenso de matriculaciones en la ULL, un problema generado "por los impedimentos económicos propuestos por la administración".
Como conclusión, la técnico especialista del Cabildo dijo que la existencia de la generación "Nini" es consecuencia de un problema estructural, que son los menos y que "hay muchos más jóvenes que tiene inquietudes, hacen muchas cosas y se asocian para hacer muchas más".
Jesús Castro recalcó la idea de que no se pueden meter a todos en el mismo saco de los "ninis" y cargó contra "las políticas de recorte para el desempleo y la inserción", que impiden a estos jóvenes mantener una esperanza de poder cambiar su situación.
González concluyó con una aportación que podría solucionar parte de los problemas laborales de los jóvenes a través de la formación, y explicó que "la política formativa se tendría que centrar en cursos formativos de muy corto plazo y de carácter transversal" para que los jóvenes, y no tan jóvenes, puedan saltar entre sectores económicos. En su opinión, se tiene que erradicar la visión paternalista de las administraciones cuando lo único que tienen que hacer como mínimo es "no molestar" y no poner limitaciones burocráticas o económicas a la formación, entre otras cuestiones.
Por último, Jeremías recalcó la idea de que "no es lo mismo un nini forzoso que uno histórico. Pero el ni-ni que más preocupa es el consejero de Educación. Es un nini pasivo... Si no lo digo estallo", dijo.
Los cuatro invitados al debate de esta semana de EL DÍA coincidieron en que las limitaciones de las administraciones, tanto burocráticas como económicas, abocan a muchos jóvenes a convertirse en "ninis" de forma forzada, y que se debería potenciar la formación de los mismos para que puedan superar esa situación.
Según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 26 por ciento de los jóvenes canarios forman parte ya de la conocida como generación "Nini", que ni estudia ni trabaja.
La técnica en juventud del Cabildo de Tenerife, Sonia López, considera que de la cifra aportada por el INE, el 72 por ciento de esos jóvenes son "ninis" forzados por la coyuntura económica, no por elección.
La especialista de la Corporación insular quiso dejar claro desde un primer momento que los considerados "ninis", "que no hacen nada productivo por sus vidas", son los menos dentro de un grupo de jóvenes en el que la gran mayoría de ellos, un 72%, "sí estudian, trabajan y hacen cosas productivas", por lo que no se pueden meter a todos en el mismo saco. "Es muy fácil decir los jóvenes en general, pero todos tenemos referencias de que están más activos, que se buscan la vida, pero que ahora es un poco más complicado".
Castro, en cambio, enfocó el problema en la unidad familiar y al respecto señaló que radica en que "son los padres los que lo permiten. Entonces, la pregunta es: ¿puede un padre permitirse que su hijo ni estudie ni trabaje? Pues la respuesta en la gran mayoría de los casos es sí porque cubren sobradamente las necesidades de sus hijos sin que estos hagan un esfuerzo. ¿Para qué van a trabajar si los mantienen?". Señaló que "el ser humano no funciona a razones, sino a sus necesidades y si las tiene cubiertas... Ahora las cosas puede que cambien por la crisis actual".
Por su parte, el economista José Miguel González apuntó que hay que estudiar las razones por las que los jóvenes se quedan en casa e indicó que existe un problema de base en Canarias en el que se ha promovido la "recompensa a corto plazo que brindaba el sector de la construcción o la hostelería (entrar en el mercado laboral sin formación en la mayoría de los casos)", en contra de la "recompensa aplazada (terminar ciclos de estudios para estar formados y poder acceder al mercado laboral con ciertas garantías)". En este sentido, dijo que se ha generado un "nini" forzado, el que a pesar de querer trabajar y formarse no puede en la actualidad por la situación generalizada de crisis.
Piñero expuso su clasificación particular en torno a los ninis: "Ahí están los ninis históricos, que son aquellos que se han dejado porque se lo podían permitir; luego los ninis forzosos, los que viven el drama de que ni estudian ni trabajan porque no pueden, tal y como están las cosas, y los ninis pasivos, que son aquellos que ni nos dejan estudiar ni trabajar, que son principalmente políticos con sus recortes y políticas erróneas".
A pesar de reconocer que los "ninis" siempre han existido, el psicólogo Jesús Castro dijo que no hay que confundirlos con los que son "forzados" e insistió en que el problema radica en los padres, quienes creían que era el joven el que tenía un problema y realmente no se daban cuenta de ello; son los culpables por cubrir "todas las necesidades de los jóvenes sin esfuerzo". También añadió que los que no tienen posibilidad de trabajar dado el contexto laboral actual deberían "salir fuera porque el mercado laboral no tiene fronteras".
La socióloga apuntó que la base podría encontrarse en cierta pérdida o transformación de valores con los que están creciendo los chicos, pues "ahora estamos creando al generación google: los del lo quiero todo ahora y ya. Creo que estamos reforzando a nuestros hijos y adolescentes en la vida google. Ahora, no creo que los ninis supongan el 26% de los jóvenes que no estudian ni trabajan, porque dentro de este colectivo los habrá con cuatro carreras, dos idiomas y que no consiguen trabajo".
Al respecto, González advirtió a Castro de que también el que quiere trabajar fuera tiene que tener recursos, y si la gente se va masivamente se podría ocasionar un "desequilibrio" importante a nivel social y económico. Añadió que en ningún caso se puede comparar al joven "nini" porque no le da la gana con el que simplemente no puede porque no tiene medios. "Los primeros ni son cuantitativamente ni cualitativamente importantes, porque al final terminarán claudicando de su postura. Quienes me preocupan son aquellos que no pueden ejercer su derecho a formarse, porque no tienen dinero ni acceder al mercado laboral porque no hay lugar".
Piñero se mantuvo en su línea del enfoque universitario en el sentido de que los alumnos cada vez tienen más dificultades para formarse con la nueva imposición de tasas y la reforma de estudios implantada, "que no facilita a nadie sacar sus estudios". Recordó que esto último ha provocado un descenso de matriculaciones en la ULL, un problema generado "por los impedimentos económicos propuestos por la administración".
Como conclusión, la técnico especialista del Cabildo dijo que la existencia de la generación "Nini" es consecuencia de un problema estructural, que son los menos y que "hay muchos más jóvenes que tiene inquietudes, hacen muchas cosas y se asocian para hacer muchas más".
Jesús Castro recalcó la idea de que no se pueden meter a todos en el mismo saco de los "ninis" y cargó contra "las políticas de recorte para el desempleo y la inserción", que impiden a estos jóvenes mantener una esperanza de poder cambiar su situación.
González concluyó con una aportación que podría solucionar parte de los problemas laborales de los jóvenes a través de la formación, y explicó que "la política formativa se tendría que centrar en cursos formativos de muy corto plazo y de carácter transversal" para que los jóvenes, y no tan jóvenes, puedan saltar entre sectores económicos. En su opinión, se tiene que erradicar la visión paternalista de las administraciones cuando lo único que tienen que hacer como mínimo es "no molestar" y no poner limitaciones burocráticas o económicas a la formación, entre otras cuestiones.
Por último, Jeremías recalcó la idea de que "no es lo mismo un nini forzoso que uno histórico. Pero el ni-ni que más preocupa es el consejero de Educación. Es un nini pasivo... Si no lo digo estallo", dijo.
Los cuatro invitados al debate de esta semana de EL DÍA coincidieron en que las limitaciones de las administraciones, tanto burocráticas como económicas, abocan a muchos jóvenes a convertirse en "ninis" de forma forzada, y que se debería potenciar la formación de los mismos para que puedan superar esa situación.
Según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 26 por ciento de los jóvenes canarios forman parte ya de la conocida como generación "Nini", que ni estudia ni trabaja.
La técnica en juventud del Cabildo de Tenerife, Sonia López, considera que de la cifra aportada por el INE, el 72 por ciento de esos jóvenes son "ninis" forzados por la coyuntura económica, no por elección.
